A más de una hora en metro, en los límites de Brooklyn está el conocido parque de atracciones de Coney Island. El lugar es pequeño y no goza de espectaculares atracciones. Lo especial y mágico de este centro de ocio es que funciona anclado en el pasado. Su imagen sesentera, antigua y decadente, son realmente su valor de marca. Lo suyo hubiera sido verlo en temporada alta, repleto de gente y con las atracciones abiertas...pero mira, asi pude observa y disfrutar mucho mejor la gráfica del recinto. Me pareció increible...mayoritariamente descolorida y descascarillada, pero curiosamente actual.
Aqui os dejo una muestra.
Hasta la próxima entrada!!!
Besos
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