Creo que hasta la fecha no he tocado el tema de mis clases de inglés, no? La verdad que aunque hay días que me cuesta una barbaridad acudir puntualmente a las 8.30 de la mañana, se me están pasando volando las semanas. Entre mis compañeros tengo egipcios, brasileños, franceses, uno de Madagascar y muchos coreanos a los que es imposibles pillarles nada de lo que dicen. Tengo el aliciente de que el profesor que imparte las clases, es un amorcín 30 años. John (que aparece conmigo en la foto levantando su pulgar), no es ni guapo ni feo, pero si adorable, simpatiquísimo y encantador, rollo hijo que quieren todas madres o novio que tod@s anhelamos.
También ayuda que todos los viernes tengamos una actividad. Hasta la fecha hemos visto películas, ha habido fiesta en Halloween y juegos participativos, pero la de hoy ha sido la mejor con diferencia. Aprovechando que se acerca el frío, nos hemos ido a patinar sobre hielo a Bryant Park, muy cerca del Empire.
Sin mucha confianza pero cargado de decisión me he calzado los patines con la firme promesa de no estrenar mi seguro médico.
La primera y única vez que había patinado sobre hielo (lo recuerdas Jose??) fue una experiencia realmente desastrosa, pero bueno que demonios! Estoy en NY y había que intentarlo. El resultado ha sido mucho mejor de lo que esperaba, ya que solamente me he caido tres veces y porque me he distraido con el trasero de John. No es que me haya convertido en una gacela y patine con rapidez, pero si con cierto estilo. Entiendo que si he sido capaz de patinar sobre hielo, en línea tendría que estar chupado!! Tamara, a la vuelta de nuevo a por los patines!! Decidido, repetiré pero la próxima vez será en el Rockefeller Center!!
Saludos desde este lado del Atlántico!
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