viernes, 20 de noviembre de 2009

Espiral

Tras una semana de relax y llevando una pequeña rutina de clases y paseos, hoy he vuelto a sacar el guiri que hay en mi. El destino de la mañana de hoy ha sido el Guggenheim ....y lo que disfruto yo yendo museos!!! No sólo es por las obras en si, especialmente, me gusta fijarme en como están montadas las exposiciones: la señalética, las explicaciones, la tipografía, el orden, colores, existencia de audiovisuales, piezas en las que el visitante interactúa, etc...

Hoy realmente todo eso pasaba a un segundo plano, basta sólo en ver el edificio. Realmente no es muy grande, ni destaca por su ornamentación. Lo que sí es rompedor, sobre todo para la época en que se construyó.
La parte principal consta de una sinuosa espiral de 6 pisos rematados por una amplia claraboya. En su interior, la luz invade el museo, donde tampoco existe el color ya que todo es blanco, salpicado con tipografía negra consiguiendo de esta forma una mayor sensación de amplitud. Rompe esta blancura un par de setos verdes que asoman tímidamente por las esquinas curvas, ya que la línea recta brilla por su ausencia en casi la totalidad del edificio.

Como dato contrario al edificio, decir que la colección permanente es bastante escasa. Destacan un par de Picasso ("Mujer con pelo rubio" y "La planchadora") y "Grrrrrrrrrrr" de Liechnstein (nunca aprenderé a escribir el apellido de este tipo). Eso si, la exposición temporal ha sido de lujo: Kandinsky. No es mi favorito de los expresionistas, de echo su primera etapa me cuesta una barbaridad entenderla, pero imagináos por un momento la explosión de color de sus obras invadiendo la blancura de las paredes del museo. Espectacular.

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